sábado, 28 de agosto de 2010

Melancolía

Hoy los juguetes rotos se sienten defraudados por el abandono y la ausencia, por el frío vacío que provoca la lejanía y la distancia, por el dolor mismo de la pérdida, por el cierto y triste futuro.
Hoy los tristes juguetes rotos no pueden consolarse, como habitualmente lo hacen, con remendarse los pedazos rotos del alma dándose a los demás sin medidas para abandonarse en el placer de no sentir al no pensar.
Hoy a los juguetes rotos de nuevo les falta una pieza, quizá la más importante pieza, para poder seguir funcionando, para poderse seguir arrastrando hasta ese doloroso final que ya nunca acaba.