lunes, 14 de mayo de 2012

 
.Estuve el sábado en la celebración del aniversario del 15M en Madrid, y me encantó, me llené de energía positiva para -creía yo- muchísimo tiempo, pero el caso es que al final esa energía positiva se crispó y se convirtió en cabreo e impotencia, aunque yo intento sequir quedándome con toda la carga energética que me creó. Aún así quiero hacer un comentario a los hechos acaecidos aproximadamente a las 5 de la mañana, cuando todas las personas que quedábamos en Sol -y calles y plazas aledañas- estábamos esperando a que abrieran las estaciones de metro para irnos tranquílamente a nuestras casas, tras una larga y festiva jornada, en la que reinó -en todo momento- la paz y la tranquilidad por encima de todo, tanta calma que estábamos desperdigados, de hecho nosotros nos fuimos a tomar un chocolate con churros -que ya iba haciendo gusa- porque todo estaba como se suele decir, como una balsa de aceite.

Me gustaría decirles algo a los responsables de tan vil comportamiento, y aquí va:



Considero que la policía de Madrid y la de Valladolid -que acudió en apollo por si había disturvios (que al final los hubo, los que ellos provocaron)- se comportaron de una forma extremadamente cobarde, y no por culpa suya, al fin y al cabo no tienen cerebro para pensar, sólo saben ejecutar órdenes que les vienen dadas por algún mando superior hijo de banquero y de empresaria que no es capáz de asumir una "derrota" como la que les infrigimos el día 12M a las 24'00 horas, porque pienso yo que si fuesen capaces de pensar por sus propios medios habrían visto y comprovado que cualquier otro sábado en la puerta del Sol hay bastante más gente de la que había en ese momento, la plaza está bastante más sucia y siempre hay borrachos buscando bronca y carteristas buscando algún pobre turista que también haya bebido más de la cuenta y sea una pieza fácil, contra los que no hacen nada, y me refiero a los carteristas y a los borrachos, no a los pobres turistas, que bastante tienen con que les roben ante la mirada de los agentes de las fuerzas de orden público -la verdad, creo que hacen bien si no se dirigen a ellos para protestar por el robo-. Pero no, ellos no pueden pensar, así que no los considero los culpables de tal cobardía -así que os perdono, chicos, al fin y al cabo sois unos ciudadanos más haciéndo vuestro tabajo, aunque yo disiento de la forma en la que lo hacéis, y creo que podíais ser un poquito más críticos con las injustas órdenes que os llegan de arriba-, pero si no fueron ellos los que decidieron que ese era el mejor momento para cometer tal cobardía ¿quién pudo ser?, ¿quién más podía saber que los varios cientos de personas que quedábamos allí estabamos desperdigados tomando algo y haciéndo tiempo para que abrieran las estaciones del metro?, estoy convencido de que si no fueron ellos los que tomaron la decisión, al menos sí informaron de la situación, así que, aún perdonándoos, os voy a tener que decir que eso no se hace, vuestra obligación es mirar por el bien de los ciudadanos, no de esos politicuchos hijos de banqueras y empresarios que os manipulan.

Y bien, ¿de quién pudo venir la orden, ya que como todas sabemos el ministro del interior le había quitado el poder a la delegada del gobierno -que quería desalojar a las doce- diciéndo públicamente que mientras no se intentase acampar podíamos estar en la plaza el tiempo que quisiésemos, y al no haber acampado -salvo una tienda anecdótica que estuvo plantada desde las 23h aproximadamente- yo, que soy tan confiado, me creo que tampoco el ministro del interior cometería el error de dar la orden de desalojo contradiciéndose a sí mismo, y de igual manera, tampoco la delegada del gobierno se hab´ria atrevido a pasar por encima de un superior directo.

¿quién pudo ser entonces?, creo que queda claro que sólo pudo ser una persona con más poder que el ministro del interior o que, al menos, crea que lo tiene. No sé a vosotras, pero aunque sea capaz de imaginarme a Marianito ordenando desalojar la puerta del Sol, no me termina de cuadrar que lo haga en Madrid y no en Barcelona, así que dudo bastante que nuestro señor presidente lo hiciera, y tampoco nuestro bonachón Juancar por mucho poder que tenga se vaya a pringar en esas cosas, a él se le dan mejor los elefantes.

Y no me quedan más personas que tengan más poder -político, que ya sabemos que económico, y por lo tanto poder real, sí que hay bastantes, pero tampoco se pringan, esos están riéndose divertidos de que hagamos manifestaciónes sabiéndo que tienen a sus perros (los políticos) que les van a guardar bien las espaldas a cambio de un puesto de consejero en cualquier empresucha de esas que tienen- que el ministro del interior en este tipo de eventos, así que tendrá que ser una persona que aunque no tenga más poder -político, insisto- sí crea que lo tiene, por alguna razón del tipo de que es su pueblo, o su ciudad , o más bien diría yo su feudo -es lo que se debe creer- y en esas circunstancias se me ocurre que encajan dos personas, a saber, Ana botella -alcaldesa de la ciudad y mujer de el expresi Aznar- o la señora presidenta de la comunidad Esperanza Aguirre.

Bien, señoras aún imáginándome quién de las dos fue la que tomó la decisión, las creo a las dos muy capaces de haberlo hecho, así que será para las dos en conjunto mi felicitación. FELICIDADES. Felicidades y gracias por demostrarnos una vez más que los políticos -políticas en este caso- que nos gobiernan tienen menos inteligencia que nosotras, ya que considero que es una buena forma de subir la confianza y autoestima del pueblo el hacernos ver que si con menos cerebro que un mosquito se puede llegar a gobernar una comunidad autónoma o un ayuntamiento del calibre de Madrid, qué no podemos hacer el resto de ciudadanas. Felicidades y gracias también por demostrarnos que la cobardía sigue existiendo, no sea que como el pueblo ya ha perdido el miedo, todos los miedos, se nos olvide que todavía hay actitudes cobardes como la de hacer que unos 600 policías bien pertrechados y entrenados en la lucha desalojen por la fuerza a menos de un centenar de pacíficas personas mientras sus compañeras andan despistadas por las calles adyacentes, y lo hagan con nocturnidad y alebosía -no sé lo que significa, pero siempre he deseado escribirlo en una felicitación de este tipo- intentando así que nadie se entere. Pero sobre todo felicidades y gracias por demostrarnos lo importantes que somos, ya que de otra manera no puedo imaginar que dos personas -o al menos una- tan importantes como ustedes, puedan estar pendientes de nosotras hasta esas horas de la madrugada. Siento muchísimo que les hayamos quitado el sueño durante esa noche, pero la ocasión lo merecía, no siempre se celebra un añito de lucha y desobediencia civil, y no siempre se celebra un añito de victoria tras victoria, porque no lo duden, cada una de las veces que ustedes utilizan la violencia contra nosotras, cada una de esas veces es una victoria para nosotras, una victoria que irá poco a poco minando los sólidos muros sobre los que ustedes se creen que están bien asentadas.

Sin nada más que decirles, reitero mi felicitación y mis agradecimientos.

Un saludo cordial, NOS VEMOS EN LAS PLAZAS

jueves, 26 de enero de 2012

Agotamiento. -¿sirve de algo?-

Cansado de vivir mi vida, de la que ya pienso que no es más que una prolongación innecesaria de lo que algún día llegó a ser una vida plena, aún me pregunto si servirá de algo el proseguir este agotador camino que no da ni un respiro, ni una alegría, ni una esperanza.

Cansado de respirar por el símple hecho de respirar, sin esperar encontrar aire fresco.

Cansado, en fin, de no saber de qué puede valer continuar cuando no se busca nada, cuando ya se ha conseguido y se ha superado todo, cuando uno está seguro de que ya no hay posibles cambios, y cuando ya NADA te ilusiona, pues ya todo está vivido y ya todo está muerto.

Cansado de no poder siquiera cambiar la vida para que, al menos, los que detrás vengan, encuentren un mundo mejor; única esperanza íntima que aún se puede reconocer como tal, pero más hastiada que esperanzada.

Y tan cansado..., que nada quizá valga ya la pena, ni siquiera el escucharme a mí mismo mientras me quejo de esta vacía vida en que, ni siquiera el poder "ayudar" a alguien -o al menos intentarlo, aunque como casi siempre te confundas y termines cagándola y jodiendo a la persona a la que pretendías ayudar (no ayudes a nadie entonces, ni siquiera lo intentes)- sirva entonces de algo.

...Y tan cansado de estar cansado.

Cansado de trabajar y de estar parado, de luchar y de rendirme, de vivir mi muerte mientras muero mi vida, de regalar pidiendo y de exigir mientras me entrego.

Cansado, en fin, de estar cansado.

Pero ánimo Juanito, tienes aún que levantarte una vez más para poder quejarte de estar agotado y agotandote. Agotado de intentar comprender por qué y para qué hay que mantenerse en pie cuando ya ningún camino queda por delante. Agotado de preguntarte cómo y por qué los demás son capaces de continuar ese inexistente camino. Agotándote mientras lo buscas. Agotándote mientras lo intentas comprender.

Arriba entonces y continúa tu herrática e infructuosa búsqueda para volver a llegar a las mismas conclusiones de siempre, para volver a estar cansado, agotado hasta el más último aliento, de cada nuevo desaliento, de cada nuevo frustrante amanecer sin luz, de este eterno atardecer que tampoco permite entrar totalmente la oscuridad, de este anochecer sin estrellas y sin posibilidad de mañana.

Arriba entonces, Juanito, que hay que seguir aquí, aunque nunca se llegue a comprender el por qué, el para qué. Arriba sólo para seguir caminando, para seguir errando, para seguir, en fin, estando.

Porque es la única opción que queda.
Porque no hay más salidas.
Porque es lo que es la vida.