lunes, 25 de abril de 2016

¡OJALÁ LA PAH NO EXISTIESE MAÑANA!

   Esta es una frase que todos los pertenecientes a esta plataforma hemos dicho alguna vez y es una sensación constante que todos tenemos. Ojalá la PAH no existiese mañana porque no fuera necesaria, porque las instituciones estuviesen haciendo su labor de garantes de los derechos de la ciudadanía, incluido, entre ellos, el derecho a la vivienda. ¡Ojalá no tuviese que existir ninguna plataforma reivindicativa de derechos humanos! porque ojalá que las instituciones hiciesen su trabajo.
   Me encantaría (voy a hablar de la PAH pero se puede extrapolar a cuanquier movimiento reivindicativo de derechos) que no fuese necesario realizar acciones de denuncia porque no hubiese personas que fuesen a ser desahuciadas y que aún no tuviesen una solución habitacional. Me encantaría que, aunque todas tuviésemos soluciones habitacionales, las instituciones mantuviesen unas viviendas de reserva para casos nuevos que puedan ocurrir, qué sé yo, porque alguien no pueda pagar el alquiler al haberse quedado en paro, o para una integrante de la pareja que ya no se aguanta más y necesite otro lugar para vivir, o quizá para esos jóvenes que quieren independizarse pero con sus curros no puedan acceder al mercado libre de alquileres. Para cualquiera que necesitase un alquiler social. Pero, intentando ser práctico, me conformaría con que no hubiese familias en la calle y que toda alquella que vaya a ser desahuciada, de una u otra manera, tuviese la posibilidad de que las instituciones le concediesen un alquiler social en tanto mejora su situación laboral o económica. En ese momento, la PAH dejaría de ser necesaria.
   Pero, mientras eso ocurre, tendremos que seguir realizando acciones, tendremos que seguir señalando la incapacidad de las administraciones de llevar a cabo su labor, tendremos que seguir parando los desahucios, tendremos que setguir enfrentándonos a los bancos y a su policía, tendremos que seguir poniendo en riesgo nuestra integridad física y económica porque tendremos que seguir denunciando que sigue habiéndo gente desahuciada y que no se quiere solucionar.
   Hay que seguir diciendo alto y claro, tanto como sea posible, que las instituciones no están cumpliendo con su labor de garantizar los derechos de la ciudadanía, y hay que seguirlo haciéndo porque ha quedado muy claro que sin presión social, nuestros representantes, trabajan para la banca y el capital, olvidándose de la ciudadanía a la que tienen que defender, a cambio de un sillón forrado tras una puerta giratoria.Por eso hay que seguir señalándolos cuando no tienen voluntad política de solucionarlo, hay que seguir recordando que siempre han rechazado las propuestas que se les  hacen porque pueden perjudicar a "sus amigos" (la banca y el capital), porque hay que seguir recordando que obviaron la ILP, que no cumplen con las 5 de la PAH, que no aceptan nuestros protocolos, que han demostrado su utilidad durante, al menos, los últimos cinco años.
   He de aceptar que la PAH es crítica, que todos los movimientos sociales son críticos, sí. Nacen de la indignación de los oprimidos para denunciar que no se cumplen sus derechos y critican a las instituciones que deberían garantizarlos. Pero tras cada crítica hay siempre una propuesta. La crítica de la PAH, como la de todos los colectivos que defienden los derechos de la ciudadanía, es siempre propositiva, porque de nada sirve criticar si no se tiene la intención de buscar una solución al problema y trabajar duro hasta conseguirla, eso ya lo hacen ellos en sus instituciones cuando hablan de anteriores legislaturas que, para nosotras es, ha sido y será siempre la misma, la que en vez de garantizar los derechos de la ciudadanía defiende los intereses del capital llegando incluso a acuerdos económicos (como el TTIP) que priorizan los intereses económicos frente a los derechos no sólode la ciudadanía sino, también, de los propios estados y sus futuros gobiernos. Por eso hay que seguir criticándoles, vigilándoles y señalando cada paso suyo que nos aleja de tener los derechos garantizados, y por eso hay que seguir trabajando para seguir abanzando hacia ellos día tras día, aun a riesgo, como he dicho antes, de nuestra propia integridad. Y trabajar en movimientos sociales significa colaborar, pouque ya nos han mostrado muchas veces que el esfuerzo individual es inútil, que el único esfuerzo que sirve de empuje es el esfuerxo colectivo, ya que la inteligencia colectiva está muy por encima de la suma de las diferentes inteligencias que la componen, y porque, siempre, el colectivo tiene más fuerza que el indivíduo.
   Y puesto que hay que trabajar de manera colectiva, la PAH, al igual que cualquier otro movimiento de reivindicación de los derechos de la ciudadanía, trabajará codo con codo con cualquier organización que comparta el objetivo de que toda la ciudadanía tenga una vivienda digna a la que tiene derecho, con cualquiera, hasta el punto de que, siendo apartidistas como somos, hemos intentado trabajar con distintos partidos políticos, incluidos PP y PSOE, en diferentes ayuntamientos. Pero el trabajo común, y la colaboración implican horizontalidad, y eso es algo de lo que, hasta ahora, ningún partido político mayor que algunos municipalistas comparte, entiende ni desea. Siempre quieren dictar las normas, sin darse cuenta de que éste es un trabajo en el que la única norma debe ser la no vulneración de los derechos de la ciudadanía. Siempre quieren sacar un rédito político y arrogarse los exitos, sin darse cuenta de que, si trabajásemos en común colaboración y tuviesen en cuenta nuestras propuestas, seríamos los primeros en difundir que tal o cual partido en tal o cual ayuntamiento está llevando a cabo los protocolos de la PAH y está luchando por el derecho real de la vivienda para la ciudadanía. Quieren ser los gestores y, emulando nuestra forma de actuación(que han sacado de los protocoles que les hemos ofrecido en los espacios de colaboración que hemos compartido) buscan mediadores con otras instituciones entre juristas´y otros profesionales que no van a ejercer presiones fuera de esas leyes impuestas, para que gane la banca y el capital, porque están formados por ellos, así  que van a intentar que ellos nunca pierdan, ofertando reestructuraciones y carencias, con lo que se mantiene la estafa. Los pocos beneficios (que los hay, no lo voy a negar) que recaen sobre la ciudadanía son en forma de quitas o condonaciones de unas deudas que han sido cobradas con creces por las entidades, no sólo a los afectados por dicha hipoteca sino habiéndo titulizado las deudas de dichos ciudadanos. Pero aun así, seguimos ofreciéndoles nuestra colaboración, igual que desde el principio, porque entendemos que cuanquier colectivo, institución o persona que reme en la misma dirección, a saber: conseguir que el derecho a una vivienda digna sea un hecho real para toda la ciudadanía, tendrá nuestro apoyo incondicional en la consecución de dicho fin. Por ello, no entendemos que se nos acuse de obstaculizar la labor de las instituciones, porque no sólo nunca nos tendrán en contra, cunado de la consecución del fin se trate, sino que estaremos siempre dispuestos a ayudarles, formarles, pensar junto a ellos y poner a su disposición todo nuestro aprendizaje de estos últimos años.
    Se nos acusa también (a través de la prensa) de coacción y agresividad contra las trabajadoras de las instituciones. Pero de eso lleva acusándosenos muchos años, cuando los escraches al gobierno, cuando bloqueamos la entrada de la comisión judicial a un portal, o cuando recibimos cientos de golpes por la policía, su policía; también en esos momentos, desde el principio, se nos acusó de agresividad y de coacciones, pero de todos los cargos hemos salido absueltos, de todos, absoñutamente todos. Y sin embargo ellos siguen con la misma cantinela, intentando que lo falso, por repetición, comience a considerarse cierto, Sin ver siquiera, que las trabajadoras nos reconocemos y nos cuidamos, porque esos trabajadores que hoy en día "disfrutan" de tener un empleo, pueden estar mañana (lo están ya sin saberlo) en nuestra misma barricada, y que por ello nunca, nunca, haríamos nada que les pudiese reportarn ningun perjuicio
   Son políticos vacíos, a la antigua usanza, que se acercan a ti cuando están en la oposición, y reclaman que se nos escuche en cada pleno, pero que les basta llegar al poder para olvidar toda su anterior implicación y verter calumnias sobre nosotras como si de una peste se tratase. Por ellos, a consecuencia de su falta de voluntad de cambio y de su nefasta gestión de los recursos públcos para poner a disposición de las personas que aún no tienen cumplidos sus derechos, es por los que, aún, la expresión que da título a este escrito sigue siendo un deseo y no se ha convertido, aún, en realidad.

   Aunque yo, una vez más, desearé que la PAH no exista mañana!!!!!

viernes, 4 de marzo de 2016

LA NEFASTA GESTIÓN DEL AYUNTAMIENTO DE GETAFE

   Desde que el equipo de gobierno del PSOE, encabezado por Sara Hernández Barroso, llegó al Ayuntamiento de Getafe, las bajas del personal de la administración no se cubren. No sé si porque ha sido imbuído por la necesidad de austeridad que pregonaba el anterior gobierno, o por simple dejadez, pero lo cierto es que las bajas del personal no se suplen o se hace tras muuuuucho tiempo, y quienes pagan el pato, como siempre, son las ciudadanas de Getafe.

   Antes de ayer, día dos de Marzo de 2016, fui a la ventanilla única del ayuntamiento a registrar un contrato de alquiler en la comunidad de Madrid. Cuando llegué, una de las primeras cosas que observé fue que la mayor parte de las ventanillas de atención al ciudadano estaban vacías. Miré el reloj del móvil y me percaté de que era la hora del almuerzo de los funcionarios, así que tras pedir el número de orden que te da derecho a la atención, el A053, y observar en el tablón de llamadas que éstas iban por el A031, decidií que también yo podía irme a desayunar, ya que, al estar las ventanillas vacías, tendría tiempo de sobra para ello (y no lo sabéis vosotras bien).
   Rellené completamente el formulario para el registro y, tras comprobar que los números de llamada no se habían movido, me fui tranquilamente a tomar café, copa, fumarme un par de cigarros y volver paseando. Calculo (aunque no lo puedo aseverar) que pasaría más de media hora hasta que volví al hall del Ayuntamiento, y quedé sorprendido al observar en el tablón de llamadas que el último número requerido seguía siendo el A031.
   Indignado ante la aparente inacción, me cargué de paciencia y salí de nuevo a fumar.
   En la calle me encontré con una concejala y una trabajadora del grupo municipal Ahora Getafe con las que tuve una laaaaaarga y agradable conversación, mientras que, de tanto en tanto, me asomaba a comrobar la evolución de las llamadas por el tablero electrónico.
   Cuando, al fin, accedí a la ventanilla que me correspondió para realizar mis gestiones, quedé sorprendido (de nuevo) al reconocer a la trabajadora que me atendió, que habitualmente realizaba esa misma función en el centro cívico de la Alhóndiga. Al preguntarle que cómo es que estaba allí, me respondió que le habían transladado para cubrir una baja.
   Realicé el registro que necesitaba y me fui a casa pensando que no es una buena manera de gestionar el transladar a unas personas de sitio, para cubrir las bajas, dejando su anterior ubicación desierta o, al menos, diezmada en cuanto a personal se refiere, pues eso redunda en una peor atención a la ciudadanía.

   Esa misma tarde, sobre las 15 horas, entré a tomar café a un bar de mi barrio, y allí me encontré a un trabajador de LYMA, empresa municipal de limpieza de nuestra ciudad, antiguo conocido y amigo mío. Me senté a su mesa junto a él y su hija y tuvimos una agradable conversación que tocó muchos puntos muy diversos (trabajo, política, educación.... -ya e conocéis-), y, cuando le pregunté por su trabajo, me explicó muy ilusionado (y agradecido a este gobierno -todo hay que decirlo-) que tenía contrato por un año y que tenían buenas espectativas de que les renovasen (a él y a las otras 5 personas que realizan el servicio al que está asignado) posteriormente. Pensé que Sara (y su equipo de gobierno) había conseguido con estos trabajadores precisamente eso que se propone, que pasasen a ser de su red clientelar y asegurar su voto y su publicidad gratuita en las elecciones futuras. Pero mi sorpresa llegó cuando Kike (que así se llama mi interlocutor -y que me ha dado permiso para utilizar su nombre-) me comentó que había veces que no podían llevar a cabo su labor con la diligencia que deberían, ya que, habitualmente les tocaba cubrir las bajas del personal del punto limpio.
   De nuevo, un servicio se queda sin realizar para cubrir las bajas de otro. Pienso que esto es mala gestión.

   Tras la relajante conversación, me fui a la PAH, donde teníamos una reunión para decidir de qué manera íbamos a responder a las injurias vertidas por Sara Hernández a dicha organización el día anterior.
   Llegué allí, tuvimos una asamblea y decidimos hacer un escrito que será publicado próximamente. Y mientras decidíamos cuál iba a ser el contenido exacto de dicho escrito, una compahñera dijo que no era cierto que la oficina de desahucios del ayuntamiento estuviese funcionando, y que no era cierto lo que Sara había dicho de que la baja de la trabajadora (Rita) había sido ya cubierta por otro trabajador. Para comprobarlo (por si nos equivocábamos), otra compahñera (Ana), llamó a dicho servicio para pedir una cita, y la persona que le atendió le contestó que el servicio estaba cerrado por baja de la trabajadora que lo llevaba.


   Ayer, día 3, dediqué parte de mi tiempo a realizar varias averiguaciones con respecto a todo esto aprovechando que soy viejo conocido de muuuuuchas personas con información aquí en Getafe, y estas averiguaciones le dieron la razón a los trabajadores quitándosela a nuestra alcaldesa.
   Resulta que, en las ventanillas de atención a la ciudadanía, hay al menos dos personas que llevan de baja más de un mes (una desde enero y la otra desde primeros de febrero), y que, lejos de contratar (temporalmente) a personal para cubrir esas bajas, éstas se cubren habitualmente, transladando a personal de otras ventanillas de atención ciudadana (de los centros cívicos), dejándo éstos servicios mermados en los puntos de más proximidad a la ciudadanía.
   También es cierto que las bajas de LYMA se cubren con translado de personal de unos a otros servicios, dejando los servicios de los que proceden las personas transladadas mermados, y, a veces, imposibilitados para continuar su labor que, entiendo que debe ser necesaria (cuando está contratada).
   En cuanto a la oficina de desahucios del ayuntamiento, hoy, día 4, debo decir que el servicio está restituido, no sé aún si es que ha terminado la baja de la trabajadora o que han puesto a un nuevo trabajador para cubrir su baja, pero que no era cierto cuando lo dijo nuestra alcaldesa y que, aun así, han tardado en cubrirla más de un mes, dejando sin atención a personas necesitadas de dicho servicio.


   Realmente, no sé si atribuir esta falta de operatividad, en cuanto a cubrir las bajas se refiere, a la obcecación por la austeridad (que tanto mal nos ha traido) que tanto PP como PSOE vienen demostrando desde la firma del artículo 135 de la constitución en 2011, o a la incapacidad del actual gobierno para gestionar al personal del ayuntamiento, pero el resultado es que para registrar un papel que se tarda diez minutos, la ciudadanía de Getafe tiene que invertir toda la mañana, que los servicios no se cumplen o se hace de manera incompleta e irregular, y que otros servicios se cierran permanentemente durante demasiado tiempo (la duración de la baja) para las necesidades de nuestra ciudadanía.

   Por todo ello, exijo a Sara Hernández Barroso y a todo el gobierno municipal, que impidan por todos los medios a su alcance que ésto vuelva a ocurrir, y que cubran las bajas de las empleadas públicas desde el primer momento, lo cual, además, redundaría en contratos de trabajo para una ciudadanía demasiado empobrecida y con una gran necesidad de éste.