viernes, 21 de octubre de 2011

¿Psicología?

Gracias, Jose, por seguir leyendo este falso blog, esta mentira que únicamente me sirve para despejarme, para analizarme, para auto-psico-analizarme, para leer mañana lo que escribí ayer y entender por mí mismo cuál es mi verdadero estado, cuál es la situación en la que me encuentro hoy.
Y mientras me emborracho una vez más, pienso que los maestros decían que no se puede escribir borracho, que hay que hacerlo al día siguiente, los verdaderos maestros excepto sartre, excepto vangog, excepto Heminway, excepto tantos otros...
...Y por eso no escribo borracho, sino mientras me.

...Y ya no es momento de seguirme quejando, sino todo lo contrario. Siento alegría por saber que no sólo soy yo, que no sólo estoy aquí, que formo parte del mundo, que cada uno de los átomos que, en este preciso momento, forman parte de mi organismo, este organismo que no es sino un 80% vacío, y que ese 20% de materia que realmente lo forma, unida por fuerzas electromagnéticas tan intensas que co nsiguen que ese vacío sea impenetrable; que cada uno de esos átomos ha formado parte de otro millón de cosas distintas a mí, que los elementos que hoy tengo de hierro han formado parte de hierro real, de rocas, de lentejas después, de..., que cada uno de los elementos que me componen en este preciso momento no son míos, sino del mundo, del universo entero, de todos los multiversos que existan o existirán, pues estos átomos que, unidos por esas fuerzas electromagnéticas, son prácticamente indestructibles, son casi-eternos, son... Son eso, la vida.......
Creo por ello que formo parte de este uni-multi-verso, que este uni-multi-verso forma parte de mí, y creo que he de estar contento por ello, creo que he de ser feliz al ver amanecer, atardecer, anochecer, puesto que todo ello forma parte de mí, o lo formará, y que yo formo parte de todo ello, o lo formaré.
....Y sin embargo....

No estoy contento, no, y quizá por ello es por lo que escribo, y quizá también porque intuyo que ya sólo me creo que escribiendo puedo ser yo, y porque quizá pienso que ese 80% de vacío que hay entre todos y cada uno de los átomos de materia que me componen estaban antes rellenos de otra materia, de otra energía mayor que la puta energía electromagnética que, testarudamente, sigue manteniendolos unidos, otra energía, otra materia, otro sabor y otro olor que son los que todo mi ser, mis átomos y mis vacíos, mi esencia y mi parte del todo que es o seré yo, desea volver a rozar, a oler, a sentir en fin.
...Porque cuando me di cuenta de que estaba perdiendo ese 80% que hoy en mí es vacío, ya era tarde para recuperarlo, porque realmente ya lo había perdido antes de pensar que realmente existía. Porque sigo, ahora, hoy, sintiendome vacío, porque no sé dónde estoy, porque no tengo norte, porque no tengo sur, porque nada me queda sin ese 80% de mí que desapareció un día y únicamente me quedó la cientifica explicación de que somos 80% vacío, unido por fuerzas electro................
...Porque hoy de nuevo he llorado por mí, por mí sí, no por ella, decir eso sería mentira, y mi puta forma de ser me obliga a siempre decir la verdad, aunque me perjudique (bastantes mentiras tuvimos ya de pequeños como para seguir con la tradición), por mí, porque ese vacío no me permite escuchar su voz, esa voz que no es sino vacío en movimiento, porque ya no respiro su olor, y porque mis ojos siguen ciegos pues no pueden ver otra cosa que su mirada, que siempre, siempre, está frente a mí, sonriendome, acompañandome y ayudándome a caminar, a nacer de mí, pues eso es lo que me queda. Su mirada, sus ojos, su pelo, su sonrisa.
Un día, por casualidad, conocí a un tipo serio, que además parecía razonable, y digo parecía porque sólo hablé con el dos o tres veces en mi vida. No creo que toda la conversación que con él tuve (en las dos o tres veces) pasase, en total, de media hora. Y digo que parecía razonable porque, considerándome yo una persona razonable (en aquellos tiempos), creía que el daba razonamientos a sus razones, suficientes como para ser convincentes y ser tenidos en cuenta. Era él un hombre serio, de poco pelo y muchas entradas y coronilla despejada, de barba no mucho ni poco poblada, pero bien arreglada, fumaba en pipa y vestía de pana y lana, y todo ello le daba un aire, a mi manera de ver en aquellos tiempos, de pobre sabio loco, de intelectual equivocado, de triste filósofo. Su nombre era Paco, aunque eso no importe y a nadie le diga ya nada, porque de un vacío como el mío forma parte aunque ese vacío ya ni siquiera le añore, ya ni siquiera sepa que existe o existió, pero es cierto que existio, o fué un sueño mío, al menos a uno de mis vacíos pertenece, y creo que real fué como lo es la vida y los sueños, los sentidos y los sinsentidos, las tristezas y las pasiones, las mentiras (como este blog) y las razones, como és todo lo que mi cerebro diga que és, y sin reproche alguno, le denomino paco, pues es lo que mi recuerdo o ficción dice que era y fué. Pero realmente su nombre no importa, no importó ni importará, sino lo que recuerdo de una de las conversaciones que con él tuve, entre borrachera y borrachera, como la conversación que hoy tengo conmigo, y con tigo jose, y con todos los que me leais sin nada decirme, que espero que ya que os lo digo me comentéis algo, así, y sólo así sabré que me leeis, y así y sólo así entenderé que mi vacío importa a vuestros vacíos, y que quizá juntos se llenen.
Decía que su nombre no importa, y es verdad, lo único que realmente importa de toda esta charla que acabo de daros es que un día de esos tres que coincidí con él, dijo algo que se me quedó gravado, y realmente no he sabido nunca porqué, quizá porque el destino (en el cual no creo) le hizo decirme eso, quizá porque tras el humo de su pipa veía mi futuro, queizá porque bajo su poco pelo su cerebro era capaz de conectar con el multiverso al que pertenecemos y conocer qué átomos me compondrían un día, y qué camino llevarían en relacción a todos los demás átomos que la materia del multiverso dicho componen, quizá.... pensad lo que queráis, quizá fué un sabio, o quizá fue un escarmentado y por ello quería enseñarme sus experiencias para que aprendiese en cabeza ajena. Pero con sólo 14 años no se aprende en cabeza ajena, y hay cosas que luego se olvidan, cosas que más tarde que tempreano se recordarán, y digo tarde porque no era precisamente pronto cuando yo lo recordé, sino todo lo contrario, yo ya estaba enamorado cuando recordé su advertencia, su consejo, su pena y congoja, que tras el agotamiento de una rápida carrera hasta la plaza pinto (getafe) desde las margaritas quiso transimitirme para que no fuese también mi pena y mi congoja. Y sus palabras no fueron más que "-Nunca te enamores de la hija de un militar, siempre dejan huella, y su huella es imborrable-".
Nunca tuve yo en cuenta su sentencia, nunca la rememoré hasta que ya tarde fué, porque aunque feliz era yo aún en mi eterno vacío que lleno estaba en esos momentos, algo me dijo que acabarse debía, y suerte que aún tardó, porque el desasosiego de sentirse vacío aún tardó en llegar, por suerte.
Y Hoy, tras años de tener en cuenta esa tardía en mi entender sentencia, sigo sintiendo que mi vacío es más vacío que el de otros como yo, como jose, que me está leyendo, a enamorarse de la equivocada persona fueron, pero el mío es el que sufro, y el mío es el que me fracasado me hace sentir, aun sabiendo que no soy más que un conjunto de átomos de este multiverso que convinarse pueden en cada momenteo de diferentes maneras, que soy parte de ellos y ellos de mí, que no soy nada, que nada es el universo sin mí, que (diría shidarta gautama) soy río y el río es yo, que él no es sin mí, que yo no soy nada sin él. de igual manera podría decir que contento estoy por saber que formo parte de ella, de su hija, alicia, aún no nacida, de su chico, de su aire, de su voz y de su mirada, de esa mirada que me ciega, porque en mis ojos está aunque no haya luz, porque sigue sonriendome siempre ayudándome y apollaándome para que adelante continúe, de esa mirada que, en fin , lo es todo para mí. Quizá porque nunca nadie así me miró, quizá porque nadie supo jamás sonreirme de esa manera con los ojos, quizá porque jamás nunca he podido saborear, escuchar, notar, y oler una mirada, una mirada que me llenaba ese 80%, una mirada que hoy día sigue formando parte de esa energía que une mis átomos, que posiblemente ya no estuviesen unidos sin ella, sin esa mirada que añoro y deseo, sin esa mirada que, sinceramente, aún amo.

1 comentario:

  1. Todos los dias sale el sol Juanlu, todos.
    Y siempre se espera al sol, aunque algunos siempre deseemos la luna.

    ResponderEliminar