sábado, 8 de abril de 2017

retirada



   Recuerdo que en mayo de 2011, hace ya 6 años (cómo pasa el tiempo), tras la ocupación de las plazas en todas las ciudades españolas por el movimiento que después se llamaría 15M, comenté a una amiga que todo lo que estaba ocurriendo estaba muy bien pero que, como no durase (con esa misma fuerza) al menos 10 o 12 años, no serviría para nada.
   Ese movimiento fue poco a poco diluyéndose y dividiéndose en otros muchos movimientos más pequeños pero más especializados que se centraban en los problemas particulares que acuciaban a la población. Entre dichos grupos aparecieron, también, partidos políticos de base municipalista que intentaban asaltar las instituciones para devolvérselas al pueblo, su legítimo soberano.
   Al principio, parecía que todo marchaba sobre ruedas. Había mucha gente dispuesta a trabajar en todos y cada uno de los grupúsculos que se formaron y que mantenían la forma de trabajo del 15M (horizontalidad, consenso….) pero poco a poco ocurrió lo inevitable: la gente se va retirando por agotamiento o para recuperar sus vidas personales, y las pocas personas que se fueron sumando después, lejos de empoderarse para seguir trabajando en las mismas condiciones y con la misma forma de trabajo, resultaron ser personas que necesitaban líderes a los que seguir, acabando poco a poco por formarse estructuras no tan horizontales y grupos de presión y poder en la mayor parte de los colectivos en los que se dividió el 15M. Y apareció un partido político que robó los estatutos y las apariencias de esos partidos pequeños que ya se estaban confederando a nivel estatal. Pero este nuevo partido, al igual que el resto de los grupúsculos emanados del 15M, formó una estructura vertical muy atractiva (gracias a los estatutos robados) pero totalmente hueca en las bases. Engañó a la población que, ilusionada, se sumó en masa a dicho partido y se formaron otros (marca blanca de éste), municipales, que ya no podían mantener la estructura y forma de trabajo del 15M por pertenecer a uno superior totalmente estructurado.
   El resultado final es que todos esos colectivos (o la mayoría de ellos al menos) se fueron alejando del objetivo primario, tomando los derroteros que los líderes recién encumbrados elegían.
   Al final sólo unas pocas personas se mantenían desde el principio en dichos colectivos luchando por mantener los objetivos y las formas primarias y, poco a poco, se fueron cansando de discutir todos los días con los nuevos líderes y sus seguidores que, sin quererlo, actuaban como brazos de madera, al aceptar sin crítica reflexiva los dictámenes y decisiones de sus nuevos gurús. Y los pocos partidos políticos pequeños que aún se mantenían en la lucha se fueron quedando poco a poco sin participantes, aumentando la carga de trabajo de los restantes miembros y quedando relegados a las reuniones institucionales en los despachos de los hay-untamientos, con el fin de discutir las nuevas normas y leyes que se promovían desde los consistorios, alejándose de la acción y haciendo su labor cada vez más y más lastimosa.
  
   Yo, a día de hoy, y habiendo pasado, en diferentes colectivos, por todos los pasos que acabo de mencionar, he decidido rendirme a las evidencias y abandonar la primera línea de lucha, aun sabiendo que las luchas que se abandonan se pierden, y que mi decisión está impulsada no por mí sino por toda la serie de circunstancias que han acabado rodeando los colectivos de lucha social (partidos políticos incluidos).

   Muy enfadado con las circunstancias, con las personas que han copado dichos colectivos de lucha social, con la sociedad en general y conmigo mismo por tomar ésta decisión,  el caso es que la decisión está tomada.
   Frustrado por no haber llegado al objetivo autoimpuesto, el caso es que quiero recuperar mi vida (esa que abandoné hace ya 6 años), tener tiempo libre, relaciones sociales en las que no haya que escuchar problemas, ni discutir sobre leyes. Volver a no tener reuniones eternas con personas con las que, quizá, no me apetece estar reunido, y salir a tomarme una cerveza sin que me pregunten sobre los temas de uno u otro colectivo en los que he trabajado. Quiero volver a trabajar (remuneradamente) y volver a estar tranquilo, sin tener que comerme la cabeza por el futuro de una humanidad que, de nuevo, me ha decepcionado y en la que, ahora mismo, no creo. Ni en la presente ni en la futura (por la que yo luchaba hasta ahora) que, cada día más, me desilusiona con su falta de madurez y de compromiso con el resto de la sociedad.

   Por todo esto y aun sabiendo que ahora seré yo el que desilusionaré a muchas personas que confiaban en las pocas que aún quedábamos currando, he decidido ( y me ha costado mucho) dejar de pelear e intentar volver a convertirme en una persona normal (al menos hasta que haya algún otro proyecto que me devuelva la ilusión de la lucha), volver a trabajar y a estudiar, volver a escribir en mi blog y volver a divertirme sin más, volver a utilizar las redes sociales como muro en el que colgar lo que acaece en mi vida y como contacto con las personas que aprecio y no tanto como denuncia y altavoz de las vejaciones a las que nos someten los ilegítimos gobernantes que tenemos hoy en día.

   Así que, si os enteráis de un curro de conductor de camiones o de albañil, por favor, hacédmelo saber, porque necesito dinero para devolver los préstamos que he ido acumulando durante estos 6 años (para poder vivir), y para vivir sin más.

   Un saludo a todas…..

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